Acercando esta tesis a la forma en que nuestra democracia, a través de nuestra educación y experiencia, debía haber calado en nuestra generación, ahora padres, parece explicarse la profunda falta de participación que nuestra sociedad padece, valores que aun no se han consolidado y que son inseparables del concepto de ciudadano, haciendo que cada día sea más difícil encontrar personas que valoren como positivo el ser solidarias, dialogantes, cívicas, o simplemente interesadas en su entorno, sin temor a que parezca que oculten algún interés o intención oscura que actúe como mootor de sus obras.
Mi idea de participar en un AMPA es mi forma de combatir el individualismo, el todo ya está hecho, que el funcionamiento de las instituciones es siempre correcto e inmejorable, que la educación de nuestros hijos es cosa de la escuela, y muy especialmente el no tengo tiempo y/o yo no valgo para eso. Detrás de todas éstas excusas se esconde una forma de sociedad que creo que debemos mejorar, que entre todos podemos variar la tendencia. Como dice Gil Calvo, "reconstruir los fundamentos cívicos de la cultura pública", que hoy se forma el mañana, y debemos trabajar, tú también, los valores que harán de nuestros hijos unos verdaderos ciudadanos.
Hagamos que esos valores sean una realidad cotidiana, demostremos con nuestro ejemplo desde la familia y el imprescindible apoyo de la escuela, que queremos hacer nuestra convivencia más solidaria, justa, plural, tolerante, y por supuesto, participativa.
Desde este prisma trabajamos las AMPA´s en los centros educativos, es nuestra forma de aunar esfuerzos, de construir un modelo de sociedad participativa en el núcleo de la escuela, de ofrecer opinión e información a las familias para decidir la mejor opción para y entre todos, de ejemplo de diálogo entre la comunidad educativa y uso de la negociación en las decisiones que sean de nuestro interés, de defensa de lo colectivo y derecho a prestigiar un modelos de ESCUELA PÚBLICA PARA TODOS.
La AMPA, en definitiva, es el interlocutor colectivo de los padres asociados ante la administración y el resto de la comunidad educativa.
En tu mano tienes la decisión de unirte a otros padres para compartir la responsabilidad de educar, de vencer nuestra tendencia cultural a la apatía, para entre todos rellenar esa página, quizás alguna más, en la historia del colegio, y si nuestro esfuerzo es sincero, desinteresado y constante, seguro que esa historia quedará en la mejor de las ediciones, la memoria de tus hijos.
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